domingo, 13 de septiembre de 2009

Cine tour francés

-¡Lucy acabo de ver el trailer de una película sobre Coco Chanel con Audrey Tautou!
-¿Quién es Coco Chanel y quién es Audrey Tautou?

Sin comentarios...
Al fin una peli que quiero ir a ver.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Pozos (apuntes)

Lo único que deseaba era contar una historia. Una que hiciera reír y llorar. Una de un viaje. Una de esas que hacen que se vaya el sueño. Y que vengan muchos otros, más emocionantes quizá.
Yo misma fui esperando a que el tiempo hiciera su parte. Que el roce de la arena fuera borrando mis piedras apenas lo suficiente como para dar espacio a la ficción.
Todos esos rostros llegan como olas…como olas en el desierto.

Empezó frente a una televisión. El homenaje al rey del pop por el Cinco traducido simultáneamente por varios personajes del medio pobremente capacitados, entre ellos una mujer para quien, al parecer, opinar y traducir resultaban sinónimos.

Una figura femenina lloraba sentada en la orilla de la cama pegada a la pantalla cuando Janet y Latoya unían sus manos para cantar con un montón de gente desconocida Heal the World. Veintitantos piquetes de mosco en el brazo con el que secaba sus lágrimas.

Esa noche tampoco pudo dormir. Las voces que entraban por el vidrio roto de la puerta. Las enormes sombras con sombrero que cruzaban una y otra vez las cortinas. Parecían no terminar de llegar...o de irse. Varias veces deseó conservar la luz encendida. Pero, ¿y si “ellos” se dieran cuenta de su presencia? ¿si aquella luz expusiera su frágil condición, su soledad en una habitación tan lejos de casa?
¿Y si un foco despertara su curiosidad? No, sería mejor permanecer en el anonimato. Que aquel cuarto pareciera cualquiera, uno vacío.
Entre el Michael Jackson, los piquetes, las risas de media noche y el resorte insistente en atravesar su pulmón derecho, ella empezaba a olvidar porqué había llegado Santiago.

-Dios sabe que salí a buscarte. Y que me ampare en tu búsqueda.

lunes, 31 de agosto de 2009

Ahora gracias a la presencia de Chíi en mi vida y tras comenzar a comprender a los perros, deseo comprarme un caballo (porque son hermosos).

Aunque sea uno de madera como éste.
Ahí les dejo otra foto del desierto.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Las palabras para decirlo

Palabra.
1 Unidad del vocabulario de una lengua, formada por uno o más fonemas o una o más letras, a la que corresponde un significado
2 Cruzar (la) palabra con alguien: Tener trato con alguna persona.
3 Capacidad de hablar: el don de la palabra.
4 Palabra por palabra: Tal y como alguien lo dice.
5 Comerse alguien las palabras: Hablar rápida y confusamente sin pronunciar todas las palabras.
6 Palabra clave: De una oración, un párrafo o un texto, aquella cuyo significado es más importante para comprenderlos
7 De palabra: Solamente dicho, pero no escrito.
8 Medir las palabras: Hablar con cuidado para decir solamente lo conveniente y lo que no moleste a alguien
9 Hablar a medias palabras: Hablar confusamente, sin decir las cosas claramente
10 Dejar a alguien con la palabra en la boca: interrumpir o cortar la conversación
11 Ser algo palabras mayores: Ser algo muy importante.
12 Hacerse de palabras: Comenzar a discutir o a pelear dos personas.
13 Palabra de honor:Promesa o compromiso que hace alguien de actuar o comportarse en cierta forma, o de asegurar que es verdad lo que afirma.
14 Hombre de palabra: El honrado, leal y cumplido.
15 Bajo palabra: Con el compromiso o la promesa de alguien.
16 Faltar a la palabra: Romper uno su compromiso o su promesa de hacer algo o de comportarse en cierta forma.
17 Decir alguien la última palabra: Resolver algo definitivamente o dejar de discutir algún asunto, afirmando uno su posición.
18 No tener uno palabras para algo: No poder uno decir o explicar algo.
19 Malas palabras o palabrotas: Las que insultan a alguien o molestan su sensibilidad por significar cosas socialmente consideradas como malas o prohibidas.
20 En una palabra o en pocas palabras: En resumen, en conclusión.
21 No tener uno palabra: ser incumplido, desleal o insincero.

Y eso es todo lo que tengo que decir al respecto.

sábado, 15 de agosto de 2009

ochocientas ochenta y dos madrugadas


No creo en las casualidades. Estoy segura de eso. Las cosas, la gente, los ciclos tienen un tiempo específico que quizá nunca alcancemos a comprender. Así, un día frío de abril caminé hacia una sala de espera -a pesar de mi voluntad y en contra de mi deseo- para esperar un destino diferente del que había imaginado. Cuando volteé hacia atrás él había desaparecido.
Ochocientas ochenta y dos madrugadas ha de aquel aeropuerto. Hoy, en plena consciencia de que subir al avión y volver a mi país era exacta y absolutamente lo que debía de hacer, puedo ver mis fotos tomadas en Alemania y disfrutarlas. Y justo este mes expongo, por fin, las dos series que resultaron de esa estancia en dos expos diferentes: Montaña azul (Hábitat) y Sperrmüll.
Hoy, que no creo en las casualidades, sí creo firmemente en la gratitud. Y, siguiendo con las dedicatorias, deseo aprovechar este medio para hacer públicas algunas.

Montaña azul
Me prometí que un día publicaría un libro de título homónimo, mismo que incluiría las fotografías, un mapa de Karslruhe, mis dibujos y el periódico con el plan de la sperrmüll. En la primera página estarían cuatro nombres:

a Daniela, Ana, Gustavo y Janes. Por su fuerza.

(Eso último sería algo así como un chiste, pues hace referencia a la fuerza física, sin la cual jamás habríamos podido acarrear esa cantidad de basura).
Gracias por despertarse antes de las seis de la mañana en un clima bajo cero. Por encontrar, cortar, jalar y empujar, por compartir. Porque una montaña no la puede abarcar ni construir una sola hormiga. Gracias.

Sperrmüll
Necesité mucho valor para volver a ver las fotos que ahora me harán famosa (ja). Todas las mañanas de febrero y marzo salí en mi bici en busca de aquellos tesoros llamados basura. Muchas veces él también. Muchas otras me preguntaba
"Wie spät es ist?", sus ojos azules apenas se entreabrían. Las seis y media. Todavía estaba oscuro. Gruñía y después musitaba, antes de volverse a quedar dormido "Oh...you have Disziplin."
Hoy es tiempo de agradecer la mañana cuando regresé temblando a su abrazo. Eran las ocho. Hubo granizo y lluvia. 2ºC de temperatura y una chamarra de otoño usada para cubrir mi cámara.
Sus brazos enormes y su voz que decía "you're so cold..."
Donde quiera que estés: gracias.

viernes, 14 de agosto de 2009

Próximas expos


Hábitat. Exposición colectiva de fotografía. Galería "El Atrio".
Universidad de Guanajuato.Inauguración jueves 20 de Agosto 20:00 hrs.


Sperrmüll/Basura. Exposición individual de fotografía. Galería EDS.
Inauguración sábado 15 de agosto. 12:00 hrs.

sábado, 8 de agosto de 2009

A quien corresponda

Dice Fadanelli :
Los hombres duros no deberían escribir jamás una dedicatoria porque si los hombres duros dedican sus libros entonces estamos hundidos en un mundo cursilento. Ser cursi según los diccionarios significa desear ser elegante cuando no se es más que ridículo. También se dice de un acto o persona que demuestra demasiado amor. El amor sería entonces una de las maneras más elocuentes de la cursilería. Según mi opinión, tanto los escritores como los panaderos deben, en cuestión de dedicatorias, hacer absolutamente lo que se les antoje. Si desean dedicar sus teleras o sus novelas deben hacerlo ya que éste es un buen camino para mostrar sus debilidades (...)

Que bueno que no me considero un hombre duro, todo lo contrario, una mujer extremadamente cursi.

(Claro que en impresión la foto podrá variar un poco en los tonos)

sábado, 18 de julio de 2009

Y así un día se fueron.

Los días en que dibujaba hasta tarde, cuando una hoja en blanco era el mejor regalo, las lagartijas en la mano, las plumas de paloma, el sol derritiéndolo todo (una crayola, mis tenis), los zapatos de charol, los eternos closets, los bailes en el pasillo, el olor a tutti frutti, la piedras entre los dientes, el lodo entre los dedos, las carreras de tortugas, los pasteles de fresas, Alejandra Guzmán en el radio, los paseos al único videocentro, las gorras de baño, los libros de inglés, los pepinos cocidos dentro de un toper wear y la limonada caliente, los resbalosos calcetines, la barda que mandaron pintar, la pared que tapizaron, la que se quedó igual, la ventana por donde nadie pasaba, la manguera verde regando un arcoiris a las seis de la tarde, el miedo a los perros, el miedo a la oscuridad, el miedo…

Así un día desperté, miré mi almohada y descubrí una hormiga que llevaba a cuestas su comida, la última morona de las galletas que me había comido tantas noches antes sobre mi cama, tal como me enseñaron que no lo hiciera. Allá lejos iban las demás. Las saludé. Me saludaron. No me llevaron a mí.

(Qué felicidad, Gabito.)

domingo, 5 de julio de 2009

Bitácora. Información pertinente.

(Según Wikipedia)
La bitácora en sí es un armario o caja de madera, por lo general de forma cilíndrica o prismática, fija a la cubierta de un barco junto a la rueda del timón, y en la que va montada la aguja náutica mediante suspensión cardán, a fin de que siempre se mantenga horizontal a pesar de los balances y cabezadas del buque. En su interior se colocan imanes y al exterior dos esferas de hierro dulce, para anular la acción perturbadora producida por los hierros de abordo y hacer uniforme el campo magnético que rodea a la aguja, con objeto de lograr que en todo momento señale el norte magnético.

Reencuentros

Revisando mis textos para terminar (por fin) el protocolo para mi tesis encontré éste de cuando iba a la mitad de la carrera (¿o sea hace 4 años?) y pasaba las madrugadas reflexionando si era posible que la memoria se convirtiera en un lugar habitable. Mmmmm...Qué bien que he madurado tanto desde entonces y esas banalidades ya no me atormentan más.

El lugar: Un problema entre nombre e imagen (fragmento).

No importa si era domingo. Tucson, Arizona. Bajo del camión con mis amigas y camino siguiendo a la maestra por el estacionamiento, el sol arriba, y el hambre: entra en un lugar, un indio tallado en madera junto a la caja (hacha en la mano, cara de pocos amigos). El letrero de “welcome” no es necesario. Huele a cafetería gringa por la mañana: tocino, mantequilla y jarabe de maple. Ya todos están sentados. Área de no fumar. Ambiente amarillo: los vidrios deben estar sucios. Las mesas llenas de familias de lugareños que hacen tanto ruido con los cubiertos. Ya todos están terminando y la señorita de azul no me ha traído mis waffles. Sigo esperando. Sigue el amarillo, sigue el ruido y el indio de mala cara, sigue (...)

Vuelvo una y otra vez a este recuerdo, al recuerdo de los waffles y me trae consuelo. Vuelvo a su nombre: Tucson, Arizona. Vuelvo a otros tantos también. Chihuahua. Voy y vengo en mis imágenes de la cabeza y me siento muy cómoda. Pienso que todos esos nombres, todas esas imágenes son sumamente habitables. Es el lugar más propio que tengo. Corrección: un lugar siempre es propio, debe serlo para poderse llamar “lugar”. Repito: pienso que todos esos nombres, todas esas imágenes son sumamente habitables; porque es propio, es mi lugar (...)

Sobre el nombre

Por mucho tiempo creí que todo estaba regido por relaciones precisas e invariables, que había determinado después de mis primeras experiencias. Como que todas las abuelas amaban los jardines, todas las mamás iban por la mañana a los aerobics, todos los aviones que pasaban sobre la ciudad llevaban dentro a mi abuelo ( porque un día vino de visita y fuimos por él al aeropuerto.) Como que los nombres propios eran únicos y tenían que ver con alguna característica específica propia del lugar o de la persona.
El primer ejemplo siempre fue la calle por donde pasaba diario al regresar de la escuela. Era muy larga y con una curva tan afilada que casi formaba una L. Su nombre: Arizona; como el resto de las calles de mi colonia, llevaba el nombre de un estado gringo. Mi calle era California, y así cada una. Entonces desconocía el mal gusto de quien hubiera nombrado a esa colonia con aspiraciones internacionales “Quintas del Sol”. A mi corta edad, igual desconocía la geografía de Estados Unidos y, sobretodo, desconocía la posibilidad de que alguien tuviera el poder de nombrar una calle así nada más, tan arbitrariamente, sin antes haber vivido en ella, siquiera recorrerla, conocerla para después poder nombrarla.

Mucho tiempo creí que la calle se llamaba en realidad Narizona, porque su curva formaba una gran nariz. Eso sí tenía sentido. En cambio, la palabra arizona no me decía nada sobre esa calle porque nada tenía que ver ni con su forma, ni con la forma de vivir ahí o cerca de ahí.
Años después conocí la verdadera Arizona, que ahora relaciono con un indio de madera y el antojo de waffles.

Al mismo tiempo, encontraba que Ana –mi hermana menor- llevaba ese nombre tan corto porque era la más pequeña. Entonces las demás Anas que conociera en adelante deberían ser pequeñas también.
Y estaba la maestra Olga, que daba clases a quinto de primaria. Era gordísima y yo pensaba que su nombre Olga venía de holgado, porque así era como tenía que vestir. Y ya había creado un prejuicio de significado para su nombre: Todas las Olgas deberían ser gordas.
No se me ocurrió que Olga no nació siendo gorda, ni que sus padres al nombrarla ignoraban que tendría que vestir holgado (...)

martes, 30 de junio de 2009

Llegada

-Disculpe señorita...
-Ah sí acá está mi boletito para la maleta, permítame.
-Oiga, soy de la SEMARNAT. Está prohibido la introducción de frutas y verduras al Estado de Chihuahua.
-¿Qué?
-Sí, usted no puede pasar esa manzana al estado.
-¿Porqué?
-Es en caso de que en esa manzana se haya parado una mosca y...
-¿Cómo? ¿Se va a quedar con mi manzana?
-Sí, esa manzana se queda aquí con nosotros para incineración.
-O sea, ¿no se la van a comer?
-No, la vamos a incinerar.
-Oiga, pero eso es un desperdicio. Mire, si está bien buena.
-Bueno, entonces cómasela toda.
-Pues eso iba a hacer, pero no tengo hambre, más tarde ¿me la llevo?
-No puede pasarla. Tiene que comérsela toda ahorita mismo.
-Bueno, déjeme me como la mitad, aunque sea a ver si me cabe.
-Nooombre ¿y luego yo qué hago con esa mitad?
-Pues se la come o la incinera.
-No puedo hacer eso, ¿y luego qué voy a poner en el acta?
-Oiga pero desperdiciar es una cosa muy fea señor.
-¿Qué quiere? (es mi trabajo)
-Bueno ¡y qué tal si hubiera traído sólo media manzana?
-Pero no...
-Señor, todo en esta vida se regresa y si usted desperdicia...
(discusión se prolonga, por eso nadie quiere a los chilangos)

tssssssss
¡Estos norteños puesn!

lunes, 29 de junio de 2009

Las palabras

Las palabras volvieron. Volvieron porque tenían que volver. Allá arriba estaban escondidas, se condensaban como nubes y esperaban el mejor momento, el más inoportuno, el día en que caminaba por esa calle donde las casas no tienen techitos para resguardarse; y es larga como las tardes de Chihuahua, y va de subida y el agua baja como un río cuando ríe y me hace reír a mí también y los barquitos piratas viajan corriente abajo mientras se roban unos a otros los tesoros de algún español ricachón, y los otros que naufragan; la misma por donde un día un eucalipto cayó desde el cielo, sobre un auto vacío color amarillo, ahuyentando a los koalas que lo habitaban (porque para cuando encontraron el árbol todos habían desaparecido); ésa por donde el propietario, tras forzar la puerta, tuvo que conducirlo agachado hasta el mecánico mientras todos los vecinos se preguntaban cómo diablos era que posible aquel surco en el techo de un auto (incluso si era amarillo); la calle donde detrás de los arbustos, junto al tercer poste, bajo la tierra habita una tortuga con la cabeza deforme como cono, después de que sus dueños la atropellaran al sacar el auto por la mañana de un lunes de prisas (motivo por el que ella nunca se dignó a volver al hogar, aunque detrás de los arbustos aún los espía). La calle sobre la que, hasta el final, donde dan vuelta las hormigas cuando se mudan de casa al ponerse el sol, hay una casa blanca de grandes ventanas con cortinas rojas y adentro asomada está una niña con ganas de salir descalza a mojarse...

Entonces comenzó a llover. No traía paraguas (parapalabras). Pero hacía tanto calor sin ellas que hoy que han regresado no quiero protegerme de su caudal, incluso si causa –otra vez- estragos. Que no se vayan nunca.
Menos hoy que regreso al desierto. Menos hoy que en este aeropuerto mi acompañante es una mochila enorme y casi vacía (con una cámara y una manzana haciendo eco dentro). Menos hoy que al fin concluyo este viaje de regreso.
No, hoy no. No se vayan. Si necesito convertirme en cactácea, lo haré, me plantaré y esperaré con paciencia a la lluvia.
.
Las palabras regresaron y tengo tanto qué decir. Volvieron, como un montón de mariposas, el día en que yo creí que ya no volverían.

miércoles, 17 de junio de 2009

Ayer se murió una paloma en mi mano.
Era pequeña. Estaba sobre el pavimento, temblaba y se acurrucaba en ella misma. Yo bajaba la calle camino a la alberca. Oscurecía y aire amenazaba con llevarme, por fin, a mí también lejos del suelo. Creí que tendría un ala rota, así que la tomé con las dos manos y caminé hacia la casa. Pero a los cuatro pasos se agitó de tal forma que terminé por acomodarla sobre un pasto crecido. Y ahí comenzó a aletear, a abrir su pico y a cerrarlo una y otra vez hasta que dejó de hacerlo. La volví a tomar (Palomita, no te mueras). Se movió una vez más.

Nunca había visto a nadie morir así, tan de cerca. Solía siempre llegar demasiado tarde.

Extendió sus alas sobre el verde, su pico abierto se cerró al tiempo que sus ojos. Yo estaba perpleja: fue dolorosamente hermoso.

jueves, 11 de junio de 2009

La mejores frases las aprendí en las películas

1- Pink lemonade: not too sweet, not too sour, just too pink
2- Do you want a fresh one?
3- Eso es pa las viejas y yo soy muy macha.
4- Worse than the total agony of being in love?
5- Una flor sin duda...
6- Si te gusta el frijol, pues vas...
7- It's not me, it's my bodyguard!!!
8- These men are nihilists, there's nothing to be afraid of.

9- Dame la pistola para dormir tranquila.
10-No que ahora véanme: demacrada y marchita, desterrada, exhiliada y ¡muerta de hambre!
11-Pitty, maybe the dogs are hungry.
12-Crème brûlée can never be Jell-O.

13-Excuse me, are we a little teapot?
14-Hello, stranger.
15-Why can't I have a normal boyfriend!!

16-La ciencia ha demostrado que sólo existen tres tipos de hombres: mi papá, mi papacito ¡y esos putos!
17- Why do I fall in love with the first woman who shows me the slightest bit of attention?
18- Tienes tu talento, limitadito, pero lo tienes.
19- ¿El marido de una abrazando a la otra, y el hermano de la otra besándose con la mujer de su marido en sus propias barbas?
20- Adio pepino! torna presto!

A ver, adivinen de qué pelis se tratan.

martes, 9 de junio de 2009

Las fotos prometidas





Por cierto que la bolsa sigue ahí, pero ya no hay flores.

domingo, 17 de mayo de 2009

Nuevo blog

He decidido que éste será mi nuevo hogar cibernético (aquí tenemos vista al mar)

Pónganse cómodos en lo que limpio un poco.
¿Qué les puedo ofrecer: café, té, monstruo?