lunes, 28 de junio de 2010

Una vez

(ya sé que no he escrito aquí nada últimamente. Culpen a la tesis. Dejo aquí algo de Wenders. Por favor disculpen mi mala traducción del inglés)

Una vez vi a un hombre en el Aeropuerto La Guardia de Nueva York cargando un niño pequeño en sus hombros. Estaba rodeado de maletas. Era el inicio de la temporada vacacional y el aeropuerto estaba atiborrado de gente. El hombre era realmente alto, su cabeza y hombros sobresalían de todos los demás. Gritaba el nombre de su esposa, primero hacia un lado y luego hacia el otro, esperando alguna respuesta. Pero no hubo ninguna.“¡Diane!”
El niño sobre sus hombros se sujetaba con temor de la cabeza de su padre. Se veía exhausto.
Caminé entre la multitud a la otra terminal hasta llegar a una sala de espera idéntica a la primera, igualmente colmada de personas que salían de vacaciones.
En medio de la muchedumbre estaba una mujer con un niño sobre sus hombros. También ella estaba rodeada de maletas. El niño que cargaba estaba durmiendo. Era la imagen viviente del primer niño, su hermano gemelo. Incluso estaba vestido de la misma forma.
La mujer gritó “¡Richard!”
Yo traté de llamar la atención de la mujer elevando mis manos sobre la masa, señalándola a ella y después indicándole donde había visto a su esposo y al gemelo.
Ella volteó hacia donde yo estaba pero no me vio. Llena de pánico continuó gritando el nombre de Richard.
Yo tuve que irme.
Por supuesto que no tomé ninguna foto, pero ellos dos se han arraigado a mi memoria como si los hubiera fotografiado. Estas dos fotos del Aeropuerto La Guardia las tomé en otro momento, a la memoria de Richard y Diane.





Wim Wenders. Once. Schirmer Art Books