Se le nombró California, según algunos historiadores, en relación a una famosa novela de caballerías de la época llamada Las Sergas de Esplandián, como una burla a Cortés a raíz de su fracaso en el tercer viaje de exploración que él mismo realizó, cuando trató inútilmente de establecer una colonia en esas tierras que por Cédula Real le pertenecían. En la novela había una isla, la más fuerte de todo el mundo, llena de oro y playas rocosas, poblada por amazonas y donde ningún hombre tenía permitido vivir, que se llamaba, precisamente, California.*
Ésta es la historia del nombre de la calle en que la habité mis primeros 9 años de vida, misma que desconocí hasta hace muy poco y que me ha llevado a una serie de reflexiones pertinentes para el tema que me compete.
Imagino la frustración de Cortés después de invertir cantidades enormes de dinero en tres viajes de exploración hacia un territorio completamente desconocido; aventurándose, como tantos otros exploradores de antaño, a lo ignoto en el tiempo en que los viajes se realizaban antes que el mapa.
Eso debería ser lo que constituyera a un verdadero explorador: aquél que dibujara el mapa con su recorrido. Ese que descubre una isla, ese otro que después de bordear toda la costa encuentra que en realidad se trata de una península. Ese para quien no hay un camino ni destino fijo, sólo territorio y tiempo y todo lo que pueda suceder en medio.
Ahora bien, es importante recordar que quienes realmente trazaban los mapas oficiales eran los cartógrafos, pero la labor de los exploradores era básica, aún cuando se limitara a aportar información que los primeros iban incorporando en su representación del mundo. Su memoria -prodigiosa, imaginativa, parca o borrosa- fue sobre la que se construyó nuestra idea de mundo, así como la de los reyes que nunca conocieron su imperio y la de todos los demás que por una u otra razón no tuvieron o tuvimos la oportunidad de darle la vuelta, de cruzar todos sus mares, de recorrer cada territorio, bordear todas y cada una de sus costas para comprobarlo;
antes de que la aventura se volviera un deporte y la naturaleza un escenario, (…) antes de que los cinturones de seguridad sonaran cuando no están abrochados (…) antes de que googlear se convirtiera en un aspecto de la conducta humana. En los viejos tiempos en que cada segunda persona no era un héroe y cada tercera no era una víctima y cada cuarta no estaba estresada, antes de que tuviéramos una identidad en línea (...) antes de que el nitrógeno líquido se usara para hacer helado instantáneo, antes de que pudieras obtener un expreso en Hamburgo o Milwaukee. Cuando la comida Thai era exótica y el colesterol era sólo una palabra usada para jugar Scrabble (…)**
Sí, de cierta forma aquellos exploradores trazaron los mapas.
* es.wikipedia.org
**Philippe Parreno y Rirkrit Tiravanija. Del soundtrack original de Stories are Propaganda. 2005. 35mm/DVD, 8mn40
4 comentarios:
Hay un gran colorido narrativo. Me encanta y me emociona.
;) gracias mami y como dijo raulito: aún hay más!
bebé, amo cómo piensas, cómo escribes, y en general todo lo que haces. Soy tu fans!
bastaa ya tengo dos fans...el otro es el robin jijiji
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